TRES CAÍDAS BAJO EL PESO DE UNA CRUZ
Tan pesada resultó la cruz sobre su espalda que Jesús cayó tres veces bajo su peso. Sus fuerzas le fallaron en tres ocasiones porque estaba muy debilitado por el hambre, los azotes, la tristeza, el griterío de la gente al verlo pasar, la vergüenza. Él no estaba acostumbrado a tanta humillación.
No fue sólo la cruz que lo aplastó y lo hizo caer por el suelo sino también todos los pecados de los hombres y mujeres de todos los tiempos y que Él, con su sufrimiento, salvó.
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